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      Cinco claves para decidir cuándo hacer el cambio Por estética, por comodidad, por condiciones especiales en la forma del ojo, por facilidad para realizar ciertas actividades… hay muchos motivos para tomar la decisión de quitarse los anteojos y cambiarlos por un par de lentes de contacto; pero también hay múltiples consideraciones qué hacer para realizar una transición segura y cómoda. 1. ¿Son los lentes de contacto para mí? Esta pregunta sólo la puede responder de manera certera el optómetra, tras valorar el estado del ojo, el tipo de dificultad visual por corregir, los hábitos y las características físicas del puesto de trabajo, entre muchos otros factores. Los lentes de contacto requieren unas condiciones de humedad: la persona debe tener un excelente funcionamiento de su sistema de lubricación del ojo, esto es, que no sufra de ojos resecos y que, en general, tenga un buen funcionamiento de la lágrima. En ese orden de ideas, no están recomendados para personas que permanecen en ambientes muy secos, demasiado fríos o para quienes trabajan en ambientes con polvo o polvillo, o pasan muchas horas seguidas expuestos al aire acondicionado o frente a pantallas de computador.   Los lentes de contacto sencillos ofrecen solución para los defectos comunes de la visión, como astigmatismo, miopía e hipermetropía.También existen para los problemas de presbicia (la pérdida de agudeza visual próxima que suele llegar con los años). 2. ¿Qué exámenes debo realizarme para los lentes de contacto?El profesional de la salud visual debe realizar todas las mediciones para valorar el estado anatómico y funcional del ojo, tal como se hace para la formulación de anteojos, pero haciendo énfasis en la curvatura y superficie ocular: si hay laceraciones, heridas o infecciones, no se continúa con el proceso hasta que estén tratadas. Este procedimiento también deben realizarse cuando se buscan lentes cosméticos, pues estos también son dispositivos ópticos y, por lo tanto, deben ser formulados y adaptados por un profesional.3. ¿Qué sigue luego de los exámenes, una vez determinen que sí puedo utilizarlos? En la siguiente cita, el profesional de la salud visual te realiza una prueba con el tipo de lente elegido para medir la capacidad lagrimal, la tolerancia del ojo al cuerpo extraño (en este caso, el lente de contacto) y la agudeza visual. Una vez claro este panorama, el profesional elabora la fórmula, que debe tener todas las características del producto, determinadas por el material, la humectabilidad, la permeabilidad (porcentaje de oxigeno), el módulo de elasticidad, además de las características ópticas que se requieren para corregir el defecto visual.4. ¿Cómo se maneja un lente de contacto? En la cita en la que te entregan tus lentes, el profesional debe enseñarte todo lo necesario para hacer un buen manejo de ellos. Esta es la cita de adaptación, y en ella te enseñan a ponértelos y quitártelos (siempre con las manos limpias), a limpiarlos e higienizarlos (usando una solución especial que te formulará el profesional) y los horarios apropiados para su uso. En este proceso de adaptación es importante tener paciencia con la sensibilidad corneal, que es la sensación incómoda que produce el lente en el ojo, pero esta no debe durar más de una semana, pues la córnea se adapta al nuevo objeto. Lo que se busca con el diseño del lente es que el paciente obtenga dos cosas: visión y confort, y precisamente esto es lo que se revisa dos semanas después en la cita de control y revisión de la adaptación.5. ¿Dónde compro los lentes de contacto? Debes asistir a una óptica que tenga el servicio habilitado por la Secretaría Seccional de Salud respectiva, esto es, la certificación de las autoridades de salud para la prestación de este servicio. Es muy importante que tengas en cuenta este punto, pues los lentes de contacto son considerados un dispositivo médico sobre medida para la salud visual y ocular, y, por lo tanto, las entidades que los formulen, elaboren, distribuyan o vendan, requieren autorización del INVIMA para garantizar las condiciones de higiene y seguridad en el manejo del lente. Esto aplica también para los lentes cosméticos. Actualmente, la ley obliga a que las ópticas, los consultorios de Optometría y los consultorios de Oftalmología realicen seguimiento y tengan activas estrategias de tecnovigilancia y bioseguridad a todos los lentes de contacto que comercialicen. Esta normativa existe para proteger a los usuarios y garantizar la calidad de los productos y de los procesos. Recomendaciones prácticasNo duermas con los lentes puestos. En caso de que lo hagas, debes desecharlos cada 15 días.Cambia el par de lentes cada mes, o según la indicación que haga el especialista en el momento de entrega y adaptación de los lentes.Lávate muy bien las manos con agua y jabón antes de manipular los lentes.Cuídate de los ambientes muy secos, como el aire acondicionado permanente.Utiliza las gotas lubricantes que formula el especialista. No cambies la marca sin previa consulta.Asiste a la revisión periódica, que es cada tres, seis o doce meses, dependiendo del caso y de la recomendación del especialista.Realiza la lubricación e higienización diaria: esto garantiza la salud para tus ojos y la durabilidad de los lentes.Evita realizar vuelos en avión de más de tres horas con los lentes puestos: el ambiente seco y la presurización afectan la humectación del ojo.