Detectarlos y tratarlos a tiempo hace la diferencia. Hay muchas patologías malignas: cáncer de útero y cáncer de ovario, pero las más comunes y malignas son el cáncer de cuello uterino y el cáncer de mama. Sin embargo, cuándo se detectan a tiempo, pasamos de un 10% a un 90% en las posibilidades de tratamiento efectivos, menos agresivos y con posibilidad de una remisión completa de la enfermedad. La buena nueva: todo está en manos de la misma mujer. No hay que esperar a que haya síntomas. Las revisiones periódicas permiten la detección temprana de cualquier problema. Detección a tiempo La citología es la herramienta más sencilla de diagnóstico y se recomienda para cualquier mujer desde que comienza su vida sexual. La mamografía se convierte en examen obligatorio a partir de los 50 años o para personas que tienen una historia familiar de patologías mamarias o que presentan nódulos anormales. Para detectarlos tempranamente, es importante que toda mujer, a partir de los 20 años, realice su autoexámen de seno y aprenda cuales son los nódulos normales (aquellos debidos a los flujos hormonales) o aquellos anormales (forma diferente a los normales, móviles o irregulares) que ella podrá distinguir si se conoce bien. También en este autoexamen se recomienda oprimir el pezón en busca de líquidos. Fuera de los exámenes ginecológicos, una revisión anual con el médico de familia garantiza un control del estado de salud.Un minuto para una vida de salud El cáncer de cuello uterino es producido por el Papiloma virus-humano, generalmente presente por transmisión sexual (los hombres son portadores sanos) y se puede prevenir con una simple vacuna. Esta vacuna, desarrollada hace poco tiempo, protege frente a los tipos de papiloma humano (más de 90) que existen. De ellos, cuatro están directamente relacionados con las alteraciones, y dos tipos están relacionados con el cáncer de cuello. La vacuna contra el papiloma humano es preventiva, más no curativa. Por ello se recomienda que todas las mujeres entre 9 y 12 años sean vacunadas. También se pueden beneficiar de ella las mujeres que tienen una vida sexual estable (máximo dos parejas sexuales al año). Las lesiones de cuello son de lento crecimiento porque un organismo fuerte los autodestruye. Por eso es importante llevar un estilo de vida saludable (buena alimentación, ejercicio) de forma que nuestro sistema inmune tengo más probabilidades de defenderse. Cuidarnos es un regalo de vida para nosotras y para nuestros seres queridos. Ser responsables con nuestro cuidado, nuestro estilo de vida, nuestros exámenes y asegurarnos de que las mujeres que nos rodean (nuestras hijas, madres, sobrinas, hermanas) se cuiden, es la mejor forma de querer.
