El herpes zóster, mejor conocido como culebrilla, es una enfermedad no contagiosa causada por el virus varicela zóster, el mismo que causa la varicela y que se presenta con mayor frecuencia en hombres y mujeres de 50 años en adelante. Esta afección comienza con un ardor intenso, que quienes la han padecido describen como un doloroso quemón de plancha, y continúa con la aparición de unas ampollas que se ubican por lo general en el torso o en la cara.

La complejidad de esta enfermedad radica en que no hay una cura definitiva, es por esto que se recomienda aplicar la vacuna como la única medida existente para prevenir la aparición de esta enfermedad que afecta especialmente a quienes tuvieron varicela en algún momento de sus vidas y que luego de tener el virus dormido en sus cuerpos, se despierta en forma de culebrilla. Así mismo es importante vacunar a los menores contra la varicela para evitar que en el futuro padezcan de esta enfermedad.

Esta afección comienza con un ardor intenso, que quienes la han padecido describen como un doloroso quemón de plancha, y continúa con la aparición de unas ampollas que se ubican por lo general en el torso o en la cara.